y en estas fechas, cuando todos volvemos a casa por Navidad,
nos damos cuenta de quiénes somos y quiénes forman parte de nuestras vidas.
De manera inevitable hago alusión a mis amarillos, quienes van llamando y algunos incluso llegando, a felicitar las fiestas y charlar un poco... esas personas especiales que se conocen en momentos no menos especiales.
Mi querida Julita, no concibo una estancia en un hospital sin tu cariño, apoyo y cuidados.
Aunque siempre estará el hueco vacío de seres queridos que se han ido, y de los que están lejos a los que esperamos ver próximamente, mi mamita se encarga de hacer que nos sintamos más cerca...
ahora nos toca disfrutar de los que tenemos y hacer que cada día a su lado sea especial.
Por eso desde aquí,
el paraíso natural,
quiero desearles a todos unas muy felices fiestas y una bonita entrada de año llena de salud y amor.
¡¡Y Gracias a toda mi gente por hacer de este 2011 un gran año!!
Sin ellos no hubiera sido posible nada.
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