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Las noticias sobre política nacional e internacional se amontonan, como si nuestra mesa fuese el despacho de cualquier funcionario del poder judicial.
Pero el tema que más controversia y expectativa ha creado de todos, ha sido el del intercambio de presos políticos en Oriente Próximo.
Todo el mundo habla de ello, los buenos, los malos y viceversa. Y como en todo, siempre hay dos versiones.
La mayoría de nuestros profesores, al iniciar cualquier debate con alto contenido sustancial en el que entren en juego los ideales, nos piden que nos pongamos a opinar siempre desde la visión del que lo sufre, bien sea de esta época o de épocas anteriores.
Obviamente, mi visión de quien sufre en esta partida no coincide con lo que la mayoría de las personas piensan, como dije en un post anterior, sigo sin entenderlo, pero intento respetarlo.

Partimos de que este chico al que vemos en el dibujo, vale lo mismo que mil veintisiete personas. He elegido esta imagen porque si pongo una foto actual de él, no os lo creeríais, un chico que si se pone de canto no lograríamos verlo (totalmente comprensible si pasas cinco años secuestrado) vale lo mismo que mil veintisiete hombres, mujeres y jóvenes vecinos suyos.

En cualquier conflicto social, hay muchas etapas en las que hay que negociar, y en eso estuvieron los dos gobiernos desde hace cinco años...Unos pedían la liberación de este joven soldado y los otros pedían a cambio que se liberasen presos políticos (algunos de los liberados estaban bajo penas de cuarenta cadenas perpetuas por terrorismo), del calibre del supuesto sucesor de Arafat...pero Netanyahu advirtió 'mano dura' y bastante hizo con conceder la liberación de 1027 personas.

Algunos hablan de una supuesta debilidad del Gobierno Israelí, debilidad y divisibilidad exteriorizada en la aceptación de este canje.

Mientras tanto, 447 de esos presos intercambiados, mañana verán a sus familias, otros irán directamente a otros países entre los que se encuentran Catar, Turqía y Siria y bajo un estricto contrato cuyas cláusulas estiman cómo deben vivir y actuar y cuántos años deben quedarse en esas tierras, entre otras cosas.

Y en el Tribunal Superior de Justicia Israelí se agolpan los familiares de las víctimas de los presos liberados, intentando presentar un recurso que es más que sabido que será rechazado...más que sabido antes de que llegue a manos de los jueces, una vez más un claro ejemplo de la politización de la judicatura.
Familiares indignados, por esta masiva liberación, porque claro está que un israelí vale más que un palestino.

Aunque hammás saldrán a la luz los familiares de palestinos que ni pinchaban ni cortaban (pero eso sí todos ellos terroristas) muertos por la gracia y voluntad de los soldados israelíes, héroes de los soldados israelíes que hammás se han manchado las manos de sangre inocente...

Para una vez que es favorable a los palestinos que su vida valga menos que la de cualquier soldado israelí, no es de extrañar que estos días se escucharan voces en Gaza y diversos puntos de los territorios palestinos clamando más Gilad Shalits...

Ojalá todo esto sirviera para llegar a la paz en Oriente Medio, esa paz que es más una utopía, esa paz que con todo ese odio que reina allí quizás hoy esté mucho más lejos que nunca de alcanzarse.

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