A*: Paraísos terrenales ♥

Hoy comí en unas playas maravillosas de Brasil, un reportaje chulísimo de esos que te transportan y hace que puedas sentir los rayos de sol en la piel.
Playas de arena blanca infinitas, bañadas por aguas azules cristalinas y custodiadas por gigantescas palmeras que se doblan hacia tí para darte la bienvenida a un verdadero paraíso y proporcionarte algo de sombra.
Escasea la gente, abunda la paz, los afortunados que las disfruten pueden llegar al estado zen. . .

Cuando veo alguno de estos sitios siempre pienso que todo el mundo debería tener uno, un paraíso propio donde poder desconectar, evadirse y ser completamente felices sin vergas de responsabilidades ni preocupaciones.

Y, en efecto, me recreo pensando en mi paraíso propio, más aún cuando llevo tanto tiempo sin pisarlo, tocarlo, olerlo, sentirlo, disfrutarlo... por motivos que no podía controlar hasta hace una consulta al médico. Pero ya me puedo imaginar ahí y como puedo hacerlo, me siento fuerte para escribir sobre ello.

Así que, ¡¡bienvenidos a la república de Nicaragua !! Disfruten de su estancia

Nos vamos como primera parada directamente a San Juan del Sur, precioso, un lugar precioso. Situado en el pacífico y parada obligatoria para los amantes del surf, siempre que viajo conozco a alguno que va con su tabla y a la pregunta de a qué parte del país van responden 'A San Juan del Sur' con la misma sonrisa que tengo dibujada en la cara al escribir estas palabras.
Con sus chiringuitos sobre la arena en los que podrás degustar langostas viendo una de las mejores puestas del sol del planeta (sólo superada por las que se pueden ver en los desiertos del Sáhara), mientras que los cangrejos deambulan a tu alrededor con la misma pachorra caribeña que las gentes del país.

Después de coger la energía suficiente en nuestra primera parada, os presento al primer símbolo del país que habéis podido apreciar desde el avión si no llegásteis de noche. Ante ustedes el volcán Momotombo y les anexo unas palabras de mi libro de cabecera 'El Burdel de las Pedrarias' de Ricardo M. Pasos:

'..con vista plena al bellísimo y gigantesco Momotombo, con sus cinco cráteres-antorchas inmóviles y ahora silenciosas. Dice una vieja leyenda, de los indios de Imabite, Doña Isabel, que cuando las indias están muy enamoradas de sus hombres y éstos no son tan ardientes como ellas los desean, para no serles infieles, se lanzan desnudas a las bocas del Volcán a fin de quemarse las carnes con la pasión del cerro, escuchándose en las noches de luna llena, por el mes de Abril, jadeos y suspiros de amor.'

Continuamos nuestro viaje por el oeste del país, y llegamos a mi querida Granada, ciudad que me fascina, no puedo dejar de visitarla cada viaje que hago.
Y vuelvo a utilizar una cita del mismo libro.

'Toda esa vastísima región de Granada es de una belleza majestuosa: el lago con un sinnúmero de isletas dispersas por doquier, sus costas, sus volcanes, en fin, un paraíso del Señor.'

Ciudad situada en la ribera del Lago de Cocibolca o Lago de Nicaragua, lago de agua dulce.

Cuna de poetas como José Coronel Urtrecho, Ernesto Cardenal y donde vivió también Rubén Darío.

Por último, en esta entrada ya que más adelante escribiré mucho más sobre Nicaragua Nicaragüita, hacemos parada en Carazo, cuna de la mejor madre del mundo y de la mejor familia del mundo.
Concretamente llegamos al Barrio de la Cruz, un fabuloso barrio, donde la tranquilidad de las gentes se contagia nada más bajarte del autobús. Donde la gente se dedica a vivir de la mejor manera posible, siendo felices y sin preocuparse de nada más. Donde lo poco o nada que tienen se comparte con todos. Hacen que en el minuto uno seas uno más.