Fin de Semana

Hay maneras, y maneras, de empezar un buen fin de semana.
Puedes empezarlo un viernes a las cinco de la tarde con tu particular cara de perro...
O puedes empezarlo a las nueve de la mañana, con la alegría del nuevo día en el que recibirás un paquete de casa.
Porque una de las mejores cosas de estar fuera, es que tu gente te envíe paquetes super currados, con las cosas que más te gustan y ello hace que puedas transportarte a tu casa con los olores de tu infancia.
Así empezó mi fin de semana pre-primerexamendelatemporada, con un super paquete lleno de dulces navideños que más me gustan, pero...¿de qué vale eso si no tienes con quién compartirlo?
Todas las noches mi cuarto se convierte en un grato lugar de tertulia al que asisten mis compis de residencia a comer dulces, cada uno contando sus historias...
...Y riendo, la risa que no falte nunca.


Gracias a mis padres por ser los mejores, que me cuidan y me conocen lo inimaginable.
Y como no hay nada como el amor paterno-filial, hoy por ellos.


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