Mario, Las Azucenas, 1986

martes, 29 de noviembre de 2011

Niños

Niños,
al ver esta palabra recordamos nuestra infancia,
y vemos los niños que nos rodean, quienes, al fin y al cabo, serán la generación que ocupará nuestro lugar tarde o temprano.

Y hasta ahí todo bien, los niños que nos rodean afortunadamente son sanos, felices, no les falta de nada e incluso algunos consentidos. Pero todos ellos, niños con una infancia bonita que recordar cuando vayan pasando y pesando los años.

Pero, de pronto, una revista cae en tus manos y explica e intenta profundizar en un tema que nos queda muy muy lejos, como son los niños de Faluya.

Faluya, ciudad irakí, ocupada por EEUU siete años atrás. Faluya, ciudad que se hizo famosa por intentar sobrevivir a dicha ocupación propiciada por la OTAN y ese estado tan odiado y querido por países del mundo. Faluya, ciudad en la que sus habitantes, viendo las que se les venía, colgaron a cuatro estadounidenses de un puente después de haberlos matado. Faluya, ciudad que aunque no se callaron, acabaron ocupados y de las peores maneras posibles, como tantas otras poblaciones bien de Oriente bien de Latinoamérica.

Está de moda la islamofobia que nos intenta vender el nobel de la Paz y su antes querido amigo y ahora criticado homólogo Netanyahu, y todos los pueblos cuyos habitantes no tengan ganas de someterse y muestren un poco de resistencia acabaran rociados con bombas de racimo, con cualquier arma de destrucción cargada con Uranio, con todas las armas y explosivos que estén prohibidas por los efectos a corto y largo plazo, pero que al final cuando intenten investigar no se habrán utilizado.

En éstas están los habitantes de Faluya, con niños que sufren cáncer, problemas neurológicos graves y crónicos, problemas del aparato locomotor, en fin, las peores maldiciones que se les puede echar a un pueblo, ellos las están viviendo.

Como pasó hace dos navidades en Palestina, brutales invasiones y efectos devastadores que vistos y leídos no dejan a nadie indiferente.

Pero cualquiera que investigue sobre ello, que tenga pruebas para demostrarlo al mundo, y coraje para redactarlo verá que su trabajo acabará truncado porque nadie quiera mojarse las manos en publicarlo. Y escuche excusas baratas como la de la jefa de prensa del Ministerio de Sanidad de Bagdad, quien dijo que 'Los niños de Faluya constituyen una cuestión política' al tratarse de suníes y que los suníes a su vez, ' se hacen las víctimas'.
(Publicación de D.Peitz/ A. Masi en el XL SEMANAL).

Ahora es comprensible el odio de millones de gentes hacia los Estados Unidos, Israel o cualquier otra potencia que se crea más que su prójimo para intentar acabar con él años y años seguidos.

*

2 comentarios:

  1. Gracias por la información, aunque no nos coja por sorpresa. Historicamente siempre ha sido así.





    Emiliano

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  2. así es y así ha sido históricamente, en efecto Don Emiliano, lo malo es que esta información no esté al alcance de todos y nos vendan gato por liebre.

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